Toyota busca soluciones frente a los aranceles de EE.UU.
Toyota enfrenta un año desafiante ante los aranceles de EE.UU.
El gigante automotriz Toyota ha advertido sobre un año particularmente difícil para la industria automotriz, marcado por el impacto negativo de los aranceles impuestos por la administración estadounidense. Aunque la empresa no tiene planes inmediatos de aumentar los precios de sus vehículos, la combinación de estos aranceles junto con la apreciación del yen y el incremento en los costos de materiales plantea un desafío financiero significativo para la marca japonesa.
Impacto económico y financiero
Toyota estima que la imposición de aranceles provocará una reducción considerable en sus ingresos para el año fiscal 2025-2026. Se prevé que sus beneficios netos caigan en torno al 35%, hasta situarse en aproximadamente 3,1 billones de yenes, y el beneficio operativo retroceda un 21%, hasta cerca de 3,8 billones de yenes. Estas cifras son preocupantes, especialmente si se comparan con el histórico récord de 5,35 billones de yenes alcanzado en el ejercicio anterior.
Solo en los primeros dos meses del año, Toyota anticipa una pérdida operativa de aproximadamente 180 mil millones de yenes debido a los aranceles, cifra que se suma al impacto de 745 mil millones de yenes por la apreciación del yen y 350 mil millones más por el aumento en los costes de materias primas.
Respuesta estratégica y mercado estadounidense
A pesar de este contexto adverso, Toyota mantiene su compromiso con el mercado estadounidense, que sigue siendo fundamental. La compañía espera aumentar sus ventas en América del Norte en un 8,8%, proyectando vender cerca de 2,94 millones de vehículos durante el año fiscal.
El CEO Koji Sato ha reconocido la incertidumbre que genera la política arancelaria estadounidense, dada su volatilidad y posibles cambios, lo que dificulta una planificación clara para la compañía. Sin embargo, ha señalado que Toyota está considerando redirigir vehículos inicialmente destinados a Estados Unidos hacia otros mercados para ajustar su producción y distribución.
Por su parte, el director financiero, Yoichi Miyazaki, ha confirmado que por ahora no se contempla un aumento de precios en Estados Unidos como reacción a los aranceles, aunque la empresa estará atenta a la evolución de la situación para tomar decisiones oportunas.
Contexto global de la guerra comercial y repercusiones
Los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos afectan no solo a la importación de vehículos, sino también a piezas clave como motores, transmisiones y componentes eléctricos, lo que altera toda la cadena de producción automotriz. Esta medida ha generado reacciones en múltiples países, algunos de los cuales han amenazado con imponer aranceles de represalia, como China con tasas del 34% a productos estadounidenses.
Además, fabricantes y plantas en países vecinos como México ya están experimentando impactos negativos, incluyendo despidos y reducción de producción, lo que refleja las amplias consecuencias de esta guerra comercial para la industria.
En este escenario, Toyota apuesta por mantener la normalidad operativa y reducir costos fijos para mitigar el impacto económico, mientras adapta su estrategia comercial de manera dinámica ante la incertidumbre política y comercial que prevalece.