La odisea de Daigo Saito: Un regreso frustrado
La odisea de Daigo Saito: De vuelta a EE.UU., pero sin poder competir
La escena del drifting internacional vibró con la noticia del regreso de Daigo Saito a la Fórmula Drift USA tras una década de ausencia. El piloto japonés, dos veces campeón de la D1 GP (2008, 2016) y campeón tanto en Asia como en Estados Unidos (2012), representaba uno de los reencuentros más esperados por los fans del deporte motor.
Tras años preparando su participación, Saito aterrizó en suelo estadounidense con la ilusión de competir, llevando consigo una fama bien ganada, automóviles únicos y toda la pasión de un piloto que también forja sus propios vehículos bajo el sello Fat Five Racing. Pero en la puerta de entrada, la historia tomó un giro inesperado.
Un regreso truncado por la visa
Según relata el propio Daigo Saito en redes sociales, viajó a Estados Unidos utilizando un permiso ESTA (Visa Waiver Program), pensando que era suficiente para competir sin fines comerciales, ya que él mismo solía cubrir los costos de participación en eventos anteriores. Sin embargo, las autoridades de inmigración le negaron la entrada al considerar que, como conductor profesional reconocido, necesitaba una visa especial para actividades deportivas remuneradas.
El detalle clave parece estar en la profesionalización de su participación: aunque Saito no buscaba recibir pagos en Estados Unidos, el hecho de ser un deportista profesional en el extranjero activó un protocolo estricto de inmigración. Las autoridades señalaron que, si hubiera compuesto un equipo japonés, la situación podría haber sido distinta, pero Saito, como profesional independiente, no cumplía con los requisitos legales bajo el programa ESTA.
El resultado: un viaje de 60 horas alrededor del mundo, de Tokio a Estados Unidos y de regreso, sin siquiera pisar la pista, ni reencontrarse con la multitud que lo esperaba.
¿Por qué el revuelo?
Daigo Saito no es cualquier piloto. Su leyenda en el drifting se forjó con tiros de precisión, carrocerías exóticas y una mentalidad de construcción casi artesanal. El regreso de un héroe, tras años de alejamiento, era uno de los grandes momentos de la temporada. Pero, más allá de la frustración personal y deportiva, este episodio pone en evidencia:
- La complejidad del sistema de visas para deportistas internacionales en EE.UU.
- La importancia de asesorarse correctamente frente a cambios reglamentarios, incluso para quienes tienen experiencia compitiendo en el país.
- La necesidad de claridad en la definición de lo que constituye "actividad profesional" para efectos migratorios.
Reacción de la comunidad
El ambiente en redes sociales y foros especializados se llenó de comentarios y apoyo para Saito. La frustración de los seguidores es evidente: esperaban ver al maestro del drift compartiendo pista con la nueva generación, mostrando su estilo único y trayendo de vuelta el espectáculo que solo un piloto de su talla puede ofrecer.
Por ahora, Saito regresa a Japón con la esperanza de aclarar su situación legal y, quizá, intentar otro regreso a la Fórmula Drift USA en el futuro. Mientras tanto, el recuerdo de su deportiva y su talento sigue vivo, y el incidente sirve de aprendizaje —y también de advertencia— para todos aquellos que sueñan con competir en el país del Tío Sam.