Este Ford GT de Carreras con Permiso de Circulación es una restauración/modificación bien hecha

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La Epica Victoria de Ford en Le Mans: Una Recreación Histórica



En el mundo de los deportivos y las carreras, pocos logros son tan icónicos como la victoria de Ford en las 24 Horas de Le Mans de 1966. Esta hazaña, que puso fin a la hegemonía de Ferrari en la competición, es una de las historias más emocionantes y significativas en la historia del automovilismo.



Los Orígenes del Ford GT40



El Ford GT40 nació de la ambición de Henry Ford II de vencer en Le Mans, un objetivo que se convirtió en una obsesión después de que Ford fracasara en su intento de adquirir Ferrari. Con el apoyo del equipo de Carroll Shelby y Holman & Moody, Ford desarrolló el GT40, un coche diseñado específicamente para dominar las pistas de endurance.



La Evolución del GT40



Para la temporada de 1966, el equipo de Ford introdujo significativas mejoras en el GT40, dando lugar al Mark II. Estas mejoras incluyeron el uso de metal de mayor grosor, modificaciones en la suspensión, el sistema de combustible y los frenos. Ken Miles y Dan Gurney jugaron roles cruciales en el desarrollo y prueba de estos cambios, que finalmente dieron como resultado un coche capaz de competir con los mejores.



El Triunfo en Sebring y el Camino a Le Mans



Antes de Le Mans, el equipo de Ford participó en la carrera de resistencia de Sebring, donde Ken Miles se alzó con la victoria después de que Dan Gurney sufriera una descalificación por intentar empujar su coche cruzando la línea de meta. Este incidente, aunque decepcionante en el momento, llevó a importantes mejoras en el motor, gracias al análisis detallado del motor de Gurney por parte del equipo de Ford.



La Victoria en Le Mans



En Le Mans de 1966, Ford logró un triunfo histórico con tres GT40 Mark II cruzando la línea de meta juntos. A medida que las Ferrari comenzaron a retirarse debido a problemas mecánicos, los Ford GT40 demostraron su resistencia y dominio, ocupando los primeros tres puestos en el podio. La estrategia de reducir la velocidad para asegurar que más coches completaran la carrera fue clave en este éxito.



Legado y Herencia



La victoria de Ford en Le Mans no solo marcó un punto de inflexión en la historia de las carreras, sino que también sentó las bases para futuras generaciones de coches deportivos. El Ford GT moderno, inspirado en el GT40, continúa la tradición de innovación y rendimiento, competiendo con los mejores superdeportivos del mundo y honrando la legendaria herencia de su predecesor.



  • Motor V8 de 7.0 litros en el GT40 Mark II
  • Velocidad máxima de 213 mph en la recta de Mulsanne
  • Uso de tecnología de simulación para optimizar el rendimiento
  • Participación de leyendas como Ken Miles y Dan Gurney
  • Victorias consecutivas en Le Mans desde 1966 hasta 1969


Una Recreación Histórica



Recrear la victoria de Ford en Le Mans es más que un ejercicio de nostalgia; es una celebración de la ingeniería, la determinación y el espíritu competitivo que definieron una era en el automovilismo. Cada detalle, desde la evolución del diseño hasta las estrategias de carrera, es un testimonio del compromiso y la innovación que llevaron a Ford al éxito en una de las pruebas más exigentes del deporte motor.



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