Porsche se enfrenta a desafíos: aranceles en EE.UU. y caída en China
Porsche enfrenta una tormenta perfecta: aranceles y caída en China
Los vientos no soplan a favor para Porsche AG. La icónica marca de automóviles deportivos lucha contra un cóctel explosivo: aranceles estadounidenses que golpean sus márgenes, un desplome del 42% en ventas en China durante el primer trimestre, y costos operativos que se disparan por la transición eléctrica.
El golpe arancelario en EE.UU.
Estados Unidos, ahora su principal mercado tras superar a China, se ha convertido en un campo minado. Los aranceles del 25% a importaciones europeas —herencia de la era Trump— podrían costarle a la marca hasta €2.000 millones anuales según análisis de Citi. Sin fábricas en Norteamérica, cada Cayenne y Macan que cruza el Atlántico arrastra un lastre financiero adicional.
China: el mercado que se esfuma
Las entregas en el gigante asiático cayeron a solo 9.471 unidades entre enero y marzo. La combinación de precios elevados, modelos eléctricos con menor atractivo local, y la desaceleración económica ha puesto en jaque la estrategia de «ventas orientadas al valor» de Porsche.
- Dato clave: Caída del 34% en Alemania y 10% en Europa (excluyendo su mercado local)
- Contraste: Norteamérica registró 20.698 unidades (+37%), aunque con asteriscos por problemas logísticos previos
- Transformación dolorosa: Inversión de €800 millones en modelos híbridos y de combustión mientras los márgenes se contraen al 10-12%
La batalla por la exclusividad y la electrificación
Mientras modelos como el 911 GT3 RS siguen generando furor entre coleccionistas —con listas de espera estratosféricas y cláusulas anti-reventa—, la eléctrica revolución del Macan EV no compensa todavía los costos de desarrollo. Porsche apuesta a que los eléctricos, que ya representan el 25.9% de sus ventas globales, serán su salvavidas, pero la transición está resultando más cara y lenta de lo previsto.
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